martes, 24 de octubre de 2017

Drive For The Cure

El circuito de Las Américas, ubicado en Austin - Texas - Estados Unidos, fue el escenario de la 17ª carrera del año. La carrera se desarrolló con normalidad, fue emocionante y las estrategias de los equipos fueron determinantes en los resultados. Lo más llamativo de esta carrera, fue que el equipo Force India no fue el único que llevó el color rosa en los vehículos, trajes de pilotos, etc. Se pudo observar este llamativo color en diversos lugares desde los días previos en la conferencia de prensa y reunión de pilotos, hasta las entrevistas post carrera.

El motivo de que la Fórmula 1 se tiñera de rosa el último fin de semana, fue que se tomó la decisión de participar activamente en la lucha contra el cáncer de mama, un mal que afecta a cientos de miles de hombres y mujeres al año alrededor del mundo. Según Sean Bratches, Jefe comercial de la F1, la máxima categoría se venía desarrollando con total concentración en las actividades propias de las competencias resultando ser muy excluyente, por ello se decidió incorporar un programa social a fin de retribuir al público (no sólo a los fanáticos) algo más que sólo carreras.

En este sentido, los equipos y los auspiciadores de la categoría se sumaron a las acciones del programa de Responsabilidad Social Empresarial (RSE) y por ello pudimos ver vehículos y trajes de pilotos con detalles en color rosa. Así mismo, Pirelli cambió el color de sus neumáticos Ultra Soft de púrpura a rosa, las botellas de Champagne Carbon que se descorcharon en el podio también fueron de color rosa, detalles en el circuito fueron pintados de color rosa y así, el color rosa predominó en esta carrera. Es importante mencionar que teñir de rosa la competencia no fue la única acción realizada, durante todo el mes de Octubre la F1 donará el 2% de los ingresos generados a la fundación Susan G. Komen, la organización de lucha contra el cáncer más grande del mundo.
Calcular cuántas personas podrán verse beneficiadas por la donación realizada por la F1, es algo difícil de realizar pero con un buen seguimiento y parámetros de control adecuados, es posible obtener la cifra exacta. Sin embargo, calcular cuántos fanáticos adicionales ganará la F1 o calcular cuánto incrementará la fidelización de los fanáticos actuales o calcular cuál es el retorno de inversión por cada dólar donado, es imposible de realizar. Lamentablemente, esto último es lo que limita a las organizaciones a realizar acciones de RSE.

En las organizaciones podemos encontrarnos con situaciones y oportunidades para realizar acciones en beneficio de la comunidad y el entorno en el cual desarrollamos nuestra actividad económica, sin embargo estas acciones suelen verse anuladas cuando se formulan preguntas como “¿Qué obtiene mi organización haciendo esto? ¿Cuánto incrementarán mis ventas? ¿Cuál es el retorno de esta inversión?”. Debido a que estas preguntas no tienen respuestas monetarias tangibles, la decisión organizacional suele ser invertir el dinero en la actividad económica principal del negocio y dejar de lado las actividades de RSE.

Sin embargo, ¿Por qué hay otras organizaciones que si realizan RSE? Para empezar, su objetivo no es un beneficio económico, al menos no directamente. Luego, quienes dirigen estas organizaciones se ven impulsados por su plan estratégico, sus creencias, valores organizacionales o, en el mejor de los casos, por la razón de ser de la compañía. Por ejemplo en la F1, la motivación que los llevó a implementar un programa de RSE es que querían retribuir al público un poco de lo genial que es la F1 y mostrar una faceta en la que no todo es competencia, mecánica, tecnología y velocidad. Cabe recalcar que el apoyo a la fundación Susan G. Komen es sólo una de las diversas acciones que la F1 ha incorporado en su programa de RSE.

La Responsabilidad Social Empresarial no se trata de filantropía ni de realizar acciones benéficas aleatoriamente. Si bien es imposible medir directamente el retorno económico de esta inversión, no deja de ser una inversión. Por ello, debe desarrollarse un plan estratégico a fin de direccionar los recursos adecuadamente, establecer indicadores y una hoja de ruta para lograr el objetivo según lo planificado. Así mismo, se deben utilizar los canales de comunicación adecuados para hacer público este plan, no por un tema de publicidad o marketing, sino porque se está realizando una acción en beneficio de la comunidad y/o el entorno y queremos que más personas y organizaciones se sumen a nuestra iniciativa.

Si en tu organización aún no se desarrolla ninguna actividad de RSE quizás sea el momento de elaborar un plan para ello. Cuantifica la inversión, alinea las actividades con la estrategia organizacional y convoca a la acción. No es tarea fácil, pero todo el esfuerzo puede verse compensado hasta con un simple “gracias!” de un desconocido que se vea beneficiado por la ejecución de tu plan. Así mismo, la participación voluntaria de tus colaboradores en actividades no relacionadas al trabajo, puede ayudar a fortalecer relaciones que te permitan desarrollar equipos mejor coordinados, con mejor comunicación interna y con mejores resultados.

Que las preguntas financieras no limiten las iniciativas de Responsabilidad Social Empresarial, además, no son necesarias inversiones millonarias para realizarlas. Lo que se necesita es voluntad y pasión.


#USGP #DriveForTheCure #JDRTF1Managing #CancerLeague

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